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martes, 14 de enero de 2014

LA CARRERA HACIA EL DNIEPER

La Formación de las Bolsas de Bialystok-Minsk (1941)

El despliegue de las legiones orientales de Hitler comenzó en febrero de 1941 con la llegada a Polonia de siete divisiones de infantería y una motorizada a bordo de trenes militares desde el oeste. Desde mediados de marzo a mediados de abril, dieciocho grandes unidades se trasladaron al oeste de Polonia, y desde entonces hasta el primero de mayo, la Reichsbahn (red de autopistas del Reich) tuvo que aumentar la media normal de tráfico en las líneas ferroviarias polacas a un 100%. Además del movimiento de tropas, un nuevo e inmenso complejo de búnkeres, llamado el Wolfschanze o “Guarida del Lobo” por Hitler, fue construido cerca de Rastenburg en Prusia Oriental para servir como cuartel general para el fuhrer y el OKW durante la guerra en Rusia. Los cuarteles generales del OKS fueron establecidos en Maurwald, cerca de Angerburg, alrededor de una hora de coche del Wolfschanze. De una forma sutil, la lejanía de este lugar contribuyó a la sensación de aislamiento sentida por los comandantes del Ejército. En total, 2.5 millones de hombres fueron desplegados por los alemanes a lo largo del frente del este el 22 de junio de 1941, con algo menos de la mitad de ellos, 1.162.000, posicionados en el área del Grupo de Ejércitos Centro del Mariscal de Campo von Bock. De las 17 divisiones panzer enviadas al este, 5 estaban incluidas en el 2 Grupo Panzer de Guderian frente a Brest Litovsk y 4 fueron situadas alrededor de Suvaiki en el 3 Grupo Panzer de Hermann Hoth. No había ninguna duda en la mente de Halder de que el Grupo de Ejércitos Centro era lo bastante potente para aplastar toda resistencia en el área Bialystok-Minsk y luego rápidamente alcanzar los primeros objetivos operacionales importantes en los ríos Dnepr y Dvina. Era la misión de los dos grupos panzer situados en los flancos del Grupo de Ejércitos Centro avanzar hacia el saliente de Bialystok desde el norte y el sur y enlazar al este de Minsk, creando así, según Halder, las condiciones favorables para la destrucción de las fuerzas enemigas situadas entre Bialystok y Minsk. Tras lograr este primer objetivo, Guderian y Hoth procederían rápidamente hacia la línea Smolensk- Yelnia-Roslavl a través del Dnepr y hacia Vitebsk y el área del Dvina superior, con objeto, se esperaba, de evitar que los rusos ganaran tiempo para erigir una defensa coherente utilizando estas dos importantes barreras fluviales. A los dos ejércitos de infantería asignados al Grupo de Ejércitos Norte, el 9 comandando por el Coronel General Strauss y el 4 al mando del Mariscal de Campo von Kluge, se les dio la misión de seguir por detrás a los dos grupos panzer tan cerca como fuera posible y asegurar la bolsa Bialystok-Minsk después de que el anillo blindado se hubiera cerrado alrededor de Minsk. Los rusos entonces atrapados en la bolsa se esperaba que se rindieran en masa o que sucumbieran rápidamente frente a la grandemente superior fuerza alemana. El 4 Ejército debía ayudar a Guderian en el cruce de la frontera en el flanco sur del Grupo de Ejércitos Centro y luego seguir a su 2 Grupo Panzer, mientras que el 9 Ejército debía de realizar la misma función en cooperación con el 3 Grupo Panzer. En el extremo del flanco sur del Grupo de Ejércitos Centro estaba situada la 1 División de Caballería, a la cual le fue asignada la difícil misión de moverse a lo largo del borde de los Pantanos Pripet y guardarlos contra un avance soviético desde el sur. Esta división montada sería más tarde reforzada por dos divisiones de infantería. Era el plan de Halder, exacto para sus falsas teorías sobre la estrategia rusa de defensa, subordinar los dos grupos panzer del Grupo de Ejércitos Centro a los ejércitos de infantería durante la fase inicial del ataque el 22 de junio. Era creído por el OKH que las fortificaciones rusas a lo largo de la línea de demarcación serían más fuertes de lo que de hecho resultaron ser. Por esta razón, Halder consideraba razonable utilizar la artillería y la infantería para efectuar la ruptura inicial, conservando a la fuerza acorazada para la rápida explotación de la anticipada ruptura exitosa de la línea de defensa enemiga. Poner a la infantería delante de los tanques durante el asalto inicial era, sin embargo, justo la clase de táctica que Guderian deseaba evitar. En su imaginación, Guderian visualizó a las escasas buenas carreteras en Rusia siendo atoradas por las columnas en marcha de hombres y vehículos motorizados lentos y tirados por caballos. La experiencia en Francia había mostrado que las rápidas unidades de tanques encontrarían retrasos en pasar a través de tales obstáculos, así que Guderian rechazó firmemente la propuesta de Halder cuando el jefe del estado mayor le visitó en su cuartel general en Varsovia el 6 de junio. Halder hizo la misma propuesta al jefe del estado mayor del Grupo de Ejército Norte, pero también fue rechazada por el Coronel General Hoepner, el comandante del 4 Grupo Panzer. Estos incidentes sin duda contribuyeron a la falta de respeto que Guderian y otros generales panzer sintieron por el OKH, un sentimiento que se convertiría en una enemistad profunda y personal cuando la campaña en Rusia comenzó a desarrollarse desfavorablemente. Más allá de esto, el Coronel Rudolf Schmundt, ayudante en jefe de Hitler, estaba activamente intentado persuadir al fuhrer para despedir a algunos de los viejos “atrincherados” líderes del OKH y reemplazarlos por generales que tenían una experiencia de combate más reciente. Schmundt especialmente quería que Guderian reemplazara a Brauchitsch. El concepto estratégico alemán de la disposición de las fuerzas rusas a lo largo del frente del este obligaba al OKH a asumir que la primera reacción enemiga tras el asalto alemán sería intentar retirar a todas las fuerzas de la frontera en una retirada apresurada y reagruparlas a lo largo de una línea provisional de defensa más al este, presumiblemente detrás de la línea Dnepr-Dvina. El plan de Halder entonces de utilizar a las puntas de lanza blindadas de gran alcance para sellar las líneas de retirada de la fuerza principal enemiga agrupada a lo largo de la frontera estaba hecho a la medida para satisfacer una situación que no existía. A las 21:15 del 22 de junio, el Mariscal Timoshenko ordenó a los Frentes Noroeste, Oeste y Sudoeste que tomaran la ofensiva. Ninguna orden fue dada por el Mando Supremo Soviético para que los 3 y 10 Ejércitos se retiraran del saliente de Bialystok a la línea Lida-Slonim-Pinsk hasta el 25 de junio. No era la intención del mando del Ejército Rojo ordenar una retirada inmediata de las fuerzas en el saliente de Bialystok, ni estas unidades representaban nada más que una pequeña parte de los recursos militares a su disposición. Incluso si las suposiciones de Halder hubieran sido correctas sobre la colocación del Ejército Rojo, la probable reacción del Mando Supremo Soviético a los movimientos de los grupos panzer alemanes para aislar el saliente de Bialystok, otros factores habrían hecho la puesta en marcha de un cerco tan vasto extremadamente arriesgado. La escala de maniobra en Rusia era mucho mayor que cualquier otra cosa previamente encontrada por el OKH, y la Wehrmacht carecía de suficientes unidades mecanizadas para manejar eficazmente tan grandes distancias. La distancia desde la línea de partida alemana a Minsk era de más de 300 kilómetros, y Smolensk estaba a 700 kilómetros de distancia. En comparación, en 1940 los tanques alemanes se vieron obligados a atravesar sólo 300 kilómetros desde la frontera del Reich hasta la desembocadura del Somme con objeto de aislar al ejército francés. De entre la cuota total de efectivos del Grupo de Ejércitos Centro, sólo el 18% estaba contenido en las unidades mecanizadas, mientras que en conjunto los alemanes se preparaban para comenzar las operaciones en la Unión Soviética, en todos los frentes, con solamente 3.200 tanques. Aunque el OKH se había comprometido a una estrategia que favorecía el movimiento rápido sobre largas distancias, una pesada confianza recayó en los caballos, con unos 625.000 de ellos siendo utilizados para tirar de todo desde cocinas de campaña a piezas de artillería. La Wehrmacht comenzó la guerra en el este con un total de alrededor de 600.000 vehículos a motor de todas clases; sin embargo, muchos de ellos eran de origen checo o francés y tenían débiles suspensiones que no podrían transitar por las escasamente asfaltadas carreteras rusas, a menudo con arena hasta la altura del eje cuando el tiempo era seco e intransitables cuando llovía. Sólo alrededor del 3% de las carreteras en la Rusia europea estaban asfaltadas en 1941, y esto significaba que un gran esfuerzo sería colocado sobre el sistema de suministro alemán, que tendría que depender casi exclusivamente de camiones hasta que la red ferroviaria rusa pudiera ser reparada y convertida al ancho de vía estándar europeo. Cuando los grandes cañones abrieron fuego a primeras horas del amanecer del 22 de junio y las primeras unidades alemanas cruzaron al otro lado hacia territorio soviético, informes comenzaron a fluir a los cuarteles generales del ejército que no se avenían con las opiniones preconcebidas de Halder sobre los planes de defensa enemigos. No sólo la resistencia rusa a lo largo de la frontera fue en muchos casos sorprendentemente leve, sino que la actividad artillera soviética fue apenas visible. Estos hechos unidos a la incapacidad de la Luftwaffe de detectar cualquier gran movimiento ruso en las carreteras que salían del saliente de Bialystok durante los primeros días de guerra llevaron a algunos comandantes alemanes, particularmente a los de grandes unidades, se preguntaron si los rusos estaban ocultos en los bosques alrededor de Bialystok o si eran muchos más débiles en fuerza de lo que la inteligencia alemana había estimado. También existía otra posibilidad, una que Strauss temía que fuera verdad: “¿Estaban sus concentraciones situadas más al este, lo que hizo que tuviéramos una idea falsa sobre su despliegue?”. Los informes sobre la ausencia de una retirada rusa del saliente de Bialystok fueron racionalizados por Halder como siendo debidos a la “torpeza” del mando ruso, al que consideraba incapaz de tomar contramedidas a nivel operacional. Era su punto de vista que los rusos tendían que defenderse en sus posiciones actuales, siendo incapaces de reaccionar apropiadamente, debido a que el Ejército Rojo carecía de la capacidad para discernir el amplio campo de acción de los movimientos de la Wehrmacht. La ausencia de cualquier movimiento ruso de retirada desde el saliente de Bialystok también provocó una fuerte impresión sobre Guderian, quien anotó en el diario de guerra de su grupo panzer, “Es posible que el Alto Mando Ruso supo del ataque entrante pero no pasó la información a las fuerzas que actualmente participan en el combate”. El hecho, sin embargo, de que el número de prisioneros rusos cogidos durante el primer día de acción fuera considerablemente más pequeño de lo que había sido anticipado, junto con la notable falta de artillería en las unidades soviéticas, causó alguna preocupación a Halder. Estos desarrollos desagradables forzaron al jefe del estado mayor a concluir que grandes porciones de fuerzas rusas estaban situadas más al este de lo que había sido al principio pensado, pero él creía que el grueso de estas fuerzas estaban no más lejos que Minsk y que después que los 2 y 3 Grupo Panzer enlazaran alrededor de esa ciudad, la amplitud de la brecha en el frente ruso, más sus fuertes pérdidas en la bolsa, permitiría al Grupo de Ejércitos Centro lograr plena libertad de acción. El sentimiento de desasosiego del OKH sobre qué preparaban hacer los rusos para defenderse fue aumentado por la información remitida al cuartel general por los Grupos de Ejércitos Norte y Sur durante el segundo día de la guerra. En el área del Grupo de Ejércitos Norte a lo largo del Báltico se había hecho evidente que el Ejército Rojo no hacía intento de defender Lituania y, de hecho, había comenzado ya una retirada hacía detrás de la línea Dvina en anticipación del ataque alemán. A pesar de esta señal de que el mando soviético había tenido prevenido Barbarroja e implementado un plan sofisticado y de amplia escala de defensa, Halder rechazó creer que el “la naturaleza ineficiente y lenta de su estructura de mando” permitiera cualquier clase de planificación. Entretanto, aunque los grupos de ejércitos Norte y Centro parecían hacer un progreso bastante rápido, la situación del Grupo de Ejércitos Sur se desarrollaba muy diferentemente. Allí, en Ucrania, la Wehrmacht había hincado el diente en granito ya que el Ejército Rojo estaba mejor equipado con los últimos modelos de armas, incluyendo los tanques T-34 y los aviones Mig-3, las cuales los alemanes apenas habían encontrado en los otros frentes y no habían esperado encontrarlas del todo. En una revisión de la situación el 24 de junio, Hitler dijo a Jodl que la fuerte resistencia soviética en Ucrania era la confirmación de su creencia de que Stalin había pretendido invadir Rumania y los Balcanes tarde o temprano y mostraba además que Moscú había asignado la protección de Ucrania la prioridad más alta. Hitler y Jodl aún estaban convencidos de que había sido la intención de Stalin durante algún tiempo comenzar una guerra contra Alemania por su propia iniciativa, y no pudieron ver cómo la poderosa presencia del Ejército Rojo en Ucrania contribuía a la estrategia total para la defensa de la Unión Soviética. No obstante, estaban en el camino correcto al determinar dónde estaba realmente la fuerza del Ejército Rojo. Mientras que Hitler, el OKH y el OKW trataban activamente de descubrir donde estaban los rusos, el Grupo de Ejércitos Centro estaba trabajando duramente para intentar erigir un sólido muro alrededor de la bolsa Bialystok-Minsk. El primer día de combate fue excepcionalmente bien para el 3 Grupo Panzer de Hoth. El río Nieman tenía cuatros puntos de cruce en el área operacional del 3 Grupo Panzer, los más importantes de los cuales eran tres puentes situados entre 45 y 70 kilómetros de la línea de demarcación, y todos ellos fueron tomados intactos. En el caso de los puentes en Olita, la 126 División de Fusileros y la 5 División de Tanques rusas intentaron desesperadamente defender los cruces del Nieman, pero la Luftwaffe resultó ser muy efectiva en mantener lejos de la orilla a la división de tanques. Los puentes pudieron haber sido destruidos con tiempo de sobra, y al Mayor N. P. Belov del 4 Regimiento de Puentes-Pontones del 11 Ejército se le había sido ordenado cumplir esta tarea a las 14:00 horas del 23 de junio, pero esta orden no fue obedecida inmediatamente, ya que los estudios adecuados de la estructura de hormigón del puente no habían sido hechos por adelantado. Finalmente, cuando los tanques alemanes se aproximaban, el comandante de las unidades en la orilla oeste rechazó dejar que los ingenieros hicieran su trabajo, lo cual ha llevado al menos a un historiador soviético a insinuar que esto fue un acto de traición que abrió el paso del Nieman a los alemanes. El veloz cruce de esta potencialmente problemática barrera fluvial aseguró el rápido progreso de Hoth hacia la línea Molodechno-Lago Naroch, y desde allí se podía hacer una aproximación sobre Minsk desde el noroeste. El fracaso del mando ruso de sostener la línea Nieman también llevó a la rápida caída de Vilna, que fue tomada por el XXXIX Cuerpo Panzer en las primeras horas de la mañana del 24 de junio. El camino parecía estar también abierto para Vitebsk y el “puente terrestre” entre los ríos Dvina y Dnepr al norte, un objetivo que a Hoth y a von Bock, también, les parecía ser particularmente importante ya que esta área se presentaba como el camino natural hacia Moscú desde el oeste.

 
Las derrotadas hordas de Stalin son contempladas por los civiles mientras marchan hacia el cautiverio


Para favorecer el propósito de asegurar la región Vitebsk-Orsha, una empresa que habría dejado con sólo dos divisiones motorizadas disponibles para evitar que los rusos huyeran de la bolsa de Minsk hacia el norte, Hoth ordenó a los LVII y XXXIX Cuerpos Panzer que estuviesen dispuestos para tomar Molodechno y avanzar hacia Glubokoe, al norte del Lago Naroch. El 24 de junio, sin embargo, el Grupo de Ejércitos Centro informó a Hoth que Brauchitsch había tomado la decisión de desviar a su grupo panzer de Vilna hacia el sur y el este, hacia Minsk, no al norte y al este como él y von Bock habían deseado. El 3 Grupo Panzer se dirigía ahora a tomar las alturas al norte de Minsk y a cooperar con el 2 Grupo Panzer en sellar la bolsa de Minsk. Esta orden desalentó a Hoth, quien estimaba la bolsa Bialystok-Minsk como relativamente sin importancia comparada con la urgente necesidad de asegurar el “puente terrestre” entre los ríos Dvina y Dnepr antes de que los rusos pudieran agrupar suficientes fuerzas a lo largo de estos dos ríos para construir una defensa apropiada. Hoth había hecho un acuerdo con von Bock antes de la invasión sobre la aproximación Vitebsk-Orsha hacia Moscú como la primera prioridad de su 3 Grupo Panzer, y ahora toda la estrategia parecía estar en peligro por lo que Hoth creía ser un retraso excesivo. Hoth fue tan lejos como enviar al Teniente Coronel von Huenersdorff, que era el oficial de enlace del OKH destinado al 3 Grupo Panzer, a Prusia Oriental para implorar directamente a Halder para que tratara de cambiar esta decisión, pero esto no valió de nada. El OKH permaneció inalterable en llevar a cabo lo que Hoth ácidamente se refirió como una “táctica segura pero que consumía tiempo”. Hoth, como Guderian, en los primeros días de la guerra había comenzado ya a perder la fe en el OKH. Realmente, la actitud de Halder con relación a la aproximación Vitebsk-Orsha hacia Moscú no era fundamentalmente diferente de las de los generales panzer o von Bock. No obstante, Halder veía la necesidad de ejercer alguna restricción en el manejo del vasto cerco que ahora estaba teniendo lugar. El mayor problema quedaba en el área del Noveno Ejército después de que su XX Cuerpo de Ejército fuera duramente atacado por tanques rusos en la orilla este del río Lososna en Kuznica y Sidra. En la tarde del 24 de junio, el XX Cuerpo de Ejército estaba siendo sujeto a ataques desde tres lados por más de cien tanques, incluyendo algunos de los más nuevos y pesados T-34. La infantería alemana fue duramente presionada a rechazar las masas blindadas rusas sin tanques propios y con sólo unos cuantos de los altamente apreciados Sturmgeschutz, cañones de asalto autopropulsados. Para su horror, los comandantes de infantería alemanes descubrieron que los cañones antitanques de 37 mm (PAK) utilizados por los regimientos antitanques eran virtualmente ineficaces contra los últimos modelos de tanques rusos. El XX Cuerpo de Ejército comenzó ahora a solicitar frenéticamente más armas antitanques y más munición penetrante de blindajes, algunas de las cuales fueron llevadas por la Luftwaffe. Fue el VIII Cuerpo Aéreo de von Richthofen quien salvó el ala derecha del Noveno Ejército de un grave daño el 24 y el 25 de junio respondiendo rápidamente a las peticiones de ayuda del XX Cuerpo. Los JU-87 Stukas, en algunos casos equipados con bombas de fósforo, resultaron ser particularmente efectivos al desorganizar a las largas columnas de tanques soviéticas en el área Lunna-Indura-Sokolka y también el área al sur de Grodno. Los problemas a los que se enfrentaban el Noveno Ejército fueron causados por el contraataque de dos cuerpo mecanizados planeado por el comandante del Frente Oeste, D. G. Pavlov, contra lo que él creía que sería el flanco sur del 3 Grupo Panzer avanzando desde Suvaiki hacia Moscú. Hoth, sin embargo, había cruzado el Nieman mucho antes de lo que Pavlov podía haber anticipado por las razones ya expuestas, por lo que el grueso de los tanques rusos se precipitó en el flanco derecho del Noveno Ejército, rozando solamente el flanco sur de Hoth. El XI Cuerpo Mecanizado Soviético fue el primero en entrar en acción desde el sur de Grodno, y más tarde se le unió el VI Cuerpo Mecanizado, quien se trasladó desde el noreste de Bialystok al sudeste de Grodno. Los blindados rusos desde alrededor de Grodno inicialmente lograron algunos éxitos particularmente la 29 División de Tanques comandada por el Coronel N. P. Studnev, pero los masivos ataques aéreos alemanes fueron demasiado para que vencieran. El bombardeo aéreo alemán de Grodno hizo estragos en las comunicaciones rusas en esta área, y a pesar de todos los esfuerzos, los contraataques bien coordinados fueron imposibles. El fallo virtualmente total de Pavlov en atacar al 3 Grupo Panzer significó que Minsk quedaba sin protección blindada, y la penetración de Hoth hacia esa ciudad desde alrededor de Molodechno el 26 de junio fue así realizada mayormente sin impedimentos. Pavlov estaba bajo la errónea impresión de que Hoth viraría sus tanques hacia el sur después de alcanzar Lida, no Molodechno, como de hecho hizo. Como resultado, no había preparado una defensa adecuada de Minsk sino que en lugar de ello envió al XXI Cuerpo de Fusileros desde el escalón inmediato de reserva hacia Lida desde el oeste de Minsk. La maniobra de Pavlov a este respecto puede ser designada como un error, pero la rápida captura de Minsk por Hoth no fue el único resultado importante del choque de los dos cuerpos mecanizados con el Noveno Ejército. La brecha que se abría firmemente entre las unidades motorizadas del 3 Grupo Panzer y las unidades de infantería del Noveno Ejército fue más ampliada por el contraataque de Pavlov, y los rusos fueron capaces de utilizar este retraso en el progreso de la infantería alemana para efectuar la huída al norte y al sur de importantes unidades que de otro modo hubieran sido seguramente atrapadas. La detención del ala derecha del Noveno Ejército cerca de Grodno también significaba que Grodno tendía que ser el punto decisivo para que la infantería alemana presionara hacia el sur para enlazar con el Cuarto Ejército alrededor de Bialystok con objeto de contener a las fuerzas rusas alrededor de esta ciudad. Para el Noveno Ejército, el cerco en torno a Bialystok tendría que ser inicialmente formado con cinco divisiones de infantería, cada una teniendo un frente de aproximadamente 25 kilómetros. Un frente de 25 kilómetros sería bastante difícil de defender para una división de infantería bajo circunstancias favorables, pero muy problemático ciertamente en los espesos bosques alrededor de Bialystok. Hacer un intento y extender el frente del Noveno Ejército más cerca de la parte principal del 3 Grupo Panzer, más hacia el este, era, el 25 de junio, una imposibilidad, pero von Bock no fue disuadido de ordenar a todo un cuerpo de ejército del Noveno Ejército girar al noreste hacia Vilna. Este giro fue planeado para ayudar al proyectado avance de Hoth hacia Vitebsk-Orsha pero habría seriamente deteriorado la capacidad del Noveno Ejército para mantener un frente continuo en torno a Bialystok. En la tarde del 25 de junio, el Coronel Schmundt, ayudante en jefe de Hitler, voló al cuartel general del Noveno Ejército e informó a Strauss de que el fuhrer estaba completamente de acuerdo con el Noveno Ejército sobre la inconveniencia de la acción de von Bock y de que el Grupo de Ejércitos Centro, consecuentemente, había emitido una orden girando a todo el Noveno Ejército hacia el sur. Halder comentó que era “característico” de von Bock demandar una orden por escrito del OKH antes de ejecutar la maniobra de cierre en torno a Bialystok. Después de no poder convencer a Schmundt de la necesidad de llevar a cabo un gigantesco cerco que abarcara todo el camino alrededor de Smolensk, von Bock entonces dirigió sus frustraciones sobre Brauchitsch, quien visitó el Grupo de Ejércitos Centro al día siguiente, otra vez en vano. Hitler había ya expresado preocupación a Brauchitsch sobre la integridad de la bolsa de Bialystok durante una conferencia en la tarde del 24 de junio, y esta preocupación fue manifestada más adelante en una orden emitida por el fuhrer al día siguiente que prohibía la realización de operaciones blindadas por los Grupos de Ejércitos Centro y Sur demasiado lejos hacia el este sin que fueran tomadas precauciones apropiadas para asegurar las áreas de retaguardia. La respuesta de Halder a esto fue referirse a la orden de Hitler como “la misma cantinela” y más aún decir que “esto no cambiará nuestros planes del todo”. Lo que el jefe del estado mayor tenía ahora que hacer era remediar las serias dificultades a las que se enfrentaba el Noveno Ejército, aplacando así a Hitler, mientras al mismo tiempo daba a los generales panzer del Grupo de Ejércitos Centro una cantidad máxima de libertad del control de cualquier autoridad superior. Halder trató de lograr su doble propósito de dos formas: (1) permitiendo al Noveno y Cuarto Ejércitos cambiar de dirección interiormente desde el norte y sur para formar un apretado anillo interior alrededor de Bialystok y (2) permitir que solo los grupos panzer formaran un anillo exterior más al este en torno a Minsk. Así, el 28 de junio, tras el enlace de Guderian con Hoth en torno a Minsk, dos grandes bolsas habían sido formadas –una alrededor de Bialystok, por unidades de infantería que no tenían prácticamente blindados, y otro alrededor de Novogrudok-Minsk, con blindados pero con solamente seis divisiones de infantería motorizada- en lugar del único cerco originalmente planeado. Con objeto de mejor manipular esta complicada situación, Halder decidió utilizar una astuta táctica que estaba proyectada de inmediato para aumentar la confianza de Hitler en el OKH mientras abría el camino para que Hoth y Guderian corrieran hacia delante y alcanzaran la línea Dnepr-Dvina sin esperar a la resolución de las batallar en torno Bialystok y Minsk-Novogrudok. Esto fue hecho activando al personal de mando del Segundo Ejército del Coronel General von Weich, que se suponía que tenía que ser mantenido en reserva en posen hasta después de que el Grupo de Ejércitos Centro hubiera alcanzado Smolensk, y dándole el mando sobre la mayor parte de las unidades de infantería del Cuarto Ejército de von Kluge, entonces operando en el lado sur de la bolsa de Bialystok. Cuando esta orden fue dada el 25 de junio, al mismo tiempo los 2 y 3 Grupos Panzer eran colocados directamente bajo el mando del Cuarto Ejército de von Kluge junto con dos cuerpos de infantería. Poner a los grupos panzer bajo un comandante de artillería de la vieja guardia como von Kluge irritó gravemente a Guderian, pero el arreglo ofreció al OKH varias ventajas. Guderian estaba tan contrariado por esta acción que envió al Mayor von Below, el oficial de enlace del estado mayor destinado al 2 Grupo Panzer, de vuelta al Mauerwald en Prusia Oriental para decirle a Halder que prefería ser relevado de su mando antes que servir bajo von Kluge. Halder no estaba inclinado a escuchar, sin embargo, porque esperaba que Hitler aceptaría esta acción como prueba de que el OKH estaba intentando de enfriar la sangre de Guderian debilitando el control de von Bock sobre él, pues era bien sabido que von Bock, junto con Guderian y Hoth, eran los defensores más fuertes de un avance directo sobre Moscú. Von Kluhe, en cambio, más conservador y ortodoxo en sus puntos de vista en tales asuntos, estaba de acuerdo con Hitler sobre la necesidad de utilizar los grupos panzer para ayudar a mantener la bolsa de Bialystok. Fue por esta razón que Halder resueltamente rehusó dar el mando de ambos grupos panzer a Guderian, una posibilidad que habló sobre ella con Paulus y Wagner, pues debía haber sabido que esta acción habría despertado excesivamente las sospechas del fuhrer sobre las actividades del OKH y del estado mayor del Grupo de Ejércitos Centro. Además, Halder probablemente no confiaba demasiado en Guderian, debido a que tenía la reputación, desaprobada en círculos del ejército, de ser leal a Hitler –en caso de no ser un nazi consumado. Guderian fue uno de los pocos generales del ejército regular –otro fue von Reichenau- que habitualmente utilizaban el saludo brazo en alto nazi. Esta desconfianza impidió a Halder colocar a Guderian en una posición donde podría haber tenido un contacto más inmediato con Hitler. Finalmente, Halder esperaba que Guderian y Hoth “harían lo debido” avanzando rápidamente hacia Moscú incluso aunque carecían de órdenes específicas ordenándoles hacer eso. El mismo OKH no podía dar tales órdenes, porque Hitler seguramente tendría que haberlas rescindido; el fuhrer había ya expresado sus deseos sobre este punto muy explícitamente a Brauchitsch. Es evidente, también, que von Bock era un conocido participante en el plan de Halder, pues le dijo a Guderian a secas que él personalmente no quería tener responsabilidad por las acciones de los generales panzer, y él no dejó dudas en la mente de Guderian de que el OKH esperaba de los comandantes de los grupo panzer que “llevaran a cabo el plan previamente aceptado” ya sea sin órdenes o incluso contra órdenes. En este punto, Guderian debía haber tenido la sensación de que Halder y Brauchitsch estaban preparando dejarle en un extremo, diciéndole que tomaba todo el riesgo que implicaba desobedecer órdenes mientras que ellos mismos no asumían ninguna responsabilidad en caso de que algo pudiera salir mal. Las dudas de Guderian sobre los motivos y acciones del OKH en este sentido fueron profundamente aumentadas. El avance de Guderian a través del Río Bug en el área de Brest Litovsk había ido realmente sobre ruedas en la mañana del 22 de junio, aunque la valiente defensa rusa de la fortaleza de la misma Brest fue una sorpresa inoportuna. La 45 División de Infantería Alemana tuvo que pagar un alto precio en sangre con objeto de vencer a los defensores de Brest, muchos de los cuales eran nuevos reclutas, que lograron resistir durante varias semanas detrás de sus fortificaciones. Toda la 45 División de Infantería fue retenida en Brest Litovsk hasta el 1 de julio, y partes de ellas tuvieron que ser retenidas en el área durante otras tres semanas. El intento de Pavlov, el 23 de junio, de organizar un avance contra el 2 Grupo Panzer desde el área de Kobrin hacia Brest había caído en desgracia debido al continuo bombardeo aéreo y artillero alemán que dispersó al XIV Cuerpo Mecanizado y le impidió de ser empleado de manera unificada. Como resultó, la 22 División de Tanques Rusa al este de Brest, la 30 División de Tanques en Pruzhany, y la 205 División Motorizada cerca de Bereza, fueron lanzadas en la batalla por piezas. Como resultado, el Cuarto Ejército Ruso no tuvo más elección que retroceder hacia el este. A las 14:00 horas del 24 de junio, el XXIV Cuerpo Panzer de Guderian había logrado cruzar el río Shchara cerca de Slonim en el área de la 55 División de Fusileros Rusa, la cual justamente había sido retirada desde Slutsk para reemplazar a la 205 División Motorizada. Tras cruzar el Shchara y de destruir también a los últimos veinticinco tanques del XIV Cuerpo Mecanizado, Guderian avanzó sobre Baranovichi el 25 de junio. Tras la caída de los cruces del río en Slonim, el Cuarto Ejército Ruso tenía cortada la retirada. Si bien el Cuarto Ejército había perdido ahora la capacidad de guía central, sus unidades se habían roto en formaciones autónomas. El 2 Grupo Panzer y la infantería alemana tendría sus manos ocupadas intentando contener los intentos rusos de huir hacia el este y el sudeste. El trabajo principal de bloquear los intentos rusos de escapar desde Bialystok hacia Slonim delegó en la 29 División Motorizada del heroico Teniente General von Boltenstern, mientras que las 17 y 18 División Panzer estaban así libres para avanzar sobre Minsk. Durante la noche del 24 al 25 de junio, los rusos habían ya situado a la 17 División Panzer en una “situación sumamente arriesgada” por un intento de huída, el cual incluyó algunos tanques, desde el área de la densa reserva forestal de Bialovicha a través de Volkovysk en la dirección general de Slonim, y éstos fueron la clase de ataques a los que la 29 División Motorizada tendría ahora que enfrentarse sola. El 26 de junio, esta división se suponía que mantenía un frente de sesenta a setenta kilómetros desde Slonim al Zeivianka, un riachuelo que fluía entre el oeste de Nieman y el norte de Slonim. En este día, los rusos montaron repetidos ataques con tanques y caballería contra la delgada línea alemana. De nuevo, los cañones antitanques de 37 mm e incluso los de 50 mm tuvieron poco efecto sobre los blindados rusos, y muchos tanques tuvieron que ser destruidos en las áreas de retaguardias por unidades de ingenieros con explosivos de gran potencia. Durante la noche del 29 de junio, en el área de Derechin y Zolochieva, una gran parte del Cuarto Ejército Ruso realizó una potente acometida hacia el este apoyada por artillería y tanques. El 7 Regimiento Panzer y el 71 Regimiento de Infantería Alemanes tuvieron que retirarse a la colina 131, al oeste de Derechin, donde aún podía alcanzar la carretera Zolochieva-Derechin con fuego de proyectiles, pero no pudieron evitar que los rusos fluyeran por el este. Otro grupo de batalla alemán fue igualmente estancado en la cima de la colina 191, también al oeste de Derechim, la siguiente noche. El 30 de junio, los rusos hicieron avanzar tanques para intentar abrir el puente Zeiva a través del Zeivianka, pero fueron rechazados incluso aunque hubo “pérdidas muy fuertes” para la 29 División. La división fue finalmente relevada por la infantería el 1 de julio, y los hombres se les dio un día de descanso cerca de Slonim antes de ser enviados a Baranovichi. Presumiblemente, muchas de las unidades rusas que escaparon fueron atrapadas más tarde en la bolsa de Minsk- Novogrudok, más al este, aunque la prematura debilitación de los lados este y sur del cerco delantero en torno a Minsk llevó a más penetraciones rusas entre Minsk y Slonim. El 29 de junio, von Bock había expresado su gran preocupación a Guderian sobre la probabilidad de una penetración rusa a través de la línea Minsk-Slonim y le aconsejó trasladar otras unidades, incluyendo la División SS “Das Reich”, a esta área. La respuesta de Guderian fue que las unidades del 2 Grupo Panzer en el sector ya eran suficientes y que todas las fuerzas disponibles eran necesitadas para alcanzar y cruzar el Dnepr. Mientras la 29 División estaba duramente comprometida en el sector Zeivianka- Slonim, Guderian estaba enfrascado en una lucha con von Kluge concerniente a su disposición y a la de la 4 Brigada Panzer de la 10 División Panzer. Von Kluge temía una masiva huida rusa en esta área y estaba determinado a mantener a la 29 División y a la 4 Brigada Panzer en sus posiciones, incluso aunque la mayoría del 2 Grupo Panzer estaba avanzando sobre Minsk.


Minsk, luego de ser capturada por los alemanes, en julio de 1941 

 En palabras de Guderian, “Es inaceptable para este comandante permitir que una división motorizada de este grupo panzer permanezca en áreas de retaguardia por un tiempo más largo del que es absolutamente requerido en un momento cuando la vanguardia blindada no tiene bastante fuerza actualmente”. El 29 de junio, Guderian voló al cuartel general de Hoth con objeto de coordinar sus movimientos en el cruce del río Berezina y quizás también discutir su desobediencia colectiva de cualquier orden retrasando su progreso hacia el este. A la vuelta, Guderian ordenó a su piloto que volar sobre el bosque de Minsk-Slonim y observó “nada de fuerzas enemigas” allí. Las fuentes soviéticas, sin embargo, confirman la experiencia de la 29 División en las noches del 29 y 30 de junio revelando que el mayor grupo de los restos de los Tercer, Décimo y Décimo Tercero Ejércitos estaban intentando huir de los cercos en la boscosa y pantanosa región entre los ríos Nieman, Zeivianka y Shchara, al norte de Derechin. La constante advertencia de Guderian del peligro de una huída rusa en el sector de Shchara-Zelvianka con objeto de facilitar el rápido movimiento hacia el este de su grupo panzer debe ser visto, retrospectivamente, como un intento de engañar al comandante del Cuarto Ejército, von Kluge, y proporcionar a von Bock una falsa excusa para ignorar el obvio riesgo de debilitar el frente del cerco en Slonim. En sus memorias, Guderian se lamenta del hecho de que el Cuarto Ejército intentara interferir en “su batalla” en la región de Zeivianka. Las anotaciones en el diario de guerra del 2 Grupo Panzer, sin embargo, no apoyan su afirmación de que era ignorante de la interferencia intentada en esta época. Era bien sabido que el general panzer era ferozmente protector de sus unidades y que se resistiría ardorosamente a los intentos de quitar a cualquiera de ellas de su mando, incluso por períodos temporales. Guderian creía devotamente en mantener su mando intacto para impedir un descenso de sus efectivos. La personalidad de este hombre era tal que ordenó que cada vehículo de su grupo panzer fuera pintado con una gran “G” en blanco durante la campaña en Francia en 1940. Esta práctica fue continuada en Rusia. Los problemas que el alto mando y el grupo de ejércitos experimentarían con la desgana de Guderian de separarse de sus unidades crearían profundas dificultades y de gran alcance en el futuro. Von Bock no estaba, sin embargo, en una posición para dar a Guderian la libertad que quería, debido a la preocupación de Hitler sobre la integridad de la bolsa de Minsk-Novogrudok. Por esta razón, la 29 División Motorizada le fue ordenado por el Grupo de Ejércitos Centro que se trasladara al área de la 17 División Panzer entre Minsk y Stolbtsv mientras que esta división panzer, junto con la 10 División Motorizada, le fue ordenado que se retirarse hacia el oeste hasta el lindero del bosque de Pusha-Naliboka. La directiva del Grupo de Ejércitos Centro fue transmitida por radioteléfono al XLVII Cuerpo Panzer por el cuartel general del 2 Grupo Panzer el 2 de julio, pero debido a la “defectuosa recepción” el XLVII Cuerpo Panzer no comprendió el mensaje correctamente y por lo tanto despachó a la 17 División Panzer hacia Borisov, en el Berezina, de cualquier modo. Es interesante anotar que Guderian realizó una visita personal a la 17 División Panzer poco antes de que tuviera lugar este incidente. Este mismo proceso fue repetido el 4 de julio cuando von Kluge ordenó al Regimiento de Infantería “Gross Deutschland” que tomara posición en el frente del cerco en el área de Stolbtsy entre la 29 División Motorizada y el 5 Batallón de Ametralladoras. A las 11:00 horas, sin embargo, el “Gross Deutschland” junto con la última parte de la 17 División Panzer (Grupo de Combate Licht) se retiró del frente del cerco y se dirigió hacia Borisov tras otro “malentendido” de órdenes. En un vano esfuerzo por refrenar al enérgico general panzer, von Kluge había llamado a Guderian a su cuartel general a primeras horas del 3 de julio y vigorosamente le aceptó para la tarea, hablando de ciertos problemas que había experimentado con las unidades de Hoth también por no poder comprender las órdenes. Von Kluge advirtió a Guderian de que podía ser llevado ante una corte marcial por participar en una conspiración general, pero Guderian apuntó después que logró despejar la intención de su superior en cuanto a eso. Los acontecimientos subsiguientes probarían, sin embargo, que von Kluge fue impotente para controlar a Guderian ya que su supuesto subordinado tenía el apoyo del OKH y del cuartel general del Grupo de Ejércitos Centro. Frente a tal determinada resistencia de parte de Halder, von Bock, Guderian y Hoth, von Kluge solamente podía doblegarse o apelar directamente a Hitler para ejercer su voluntad sobre los conspiradores. Von Kluge no era, sin embargo, de la clase que sale de los canales normales de mando del ejército con objeto de buscar soluciones a los problemas, no importa cuanto estuviera presionado. Imaginaba que el mismo Hitler no podría ser embaucado y manipulado por el OKH por mucho tiempo y que pronto la situación sería rectificada, pero los acontecimientos resultaron ser diferentes. Guderian cruza el Dnepr. La llegada al Berezina de la 17 División Panzer en Borisov fue precedida por el rápido avance de la 3 División Panzer hacia Bobruisk, más al sur a lo largo del mismo río, el 28 de junio. Había sido la intención del OKH para la 3 División Panzer que fuera utilizada para ayudar al 3 Grupo Panzer ha sellar más efectivamente la bolsa de Minsk- Novogrudok, pero Guderian tenía puesta su mirada en una misión más al este –el cruce del río Dnepr. Halder, por supuesto, no había hecho nada para disuadir a Guderian de enviar a la 3 Panzer hacia Bobruisk, una maniobra que abría la posibilidad de una rápida penetración sobre el Dnper cerca de Mogilev o de Rogachev, incluso aunque serios problemas todavía estaban siendo causados por los intentos rusos de huída en la bolsa más al oeste, en el área de Volkovysk y Novogrudok. Hitler, entretanto, el 29 de junio había de nuevo expresado su preocupación a Brauchitsch sobre que las amplias operaciones panzer ponían en peligro el éxito de los grandes cercos, y prevaleció sobre el comandante en jefe del Ejército al pedir al Grupo de Ejércitos Centro que no permitiera a Guderian avanzar más allá de Bobruisk sino que más bien tendría que retenerlo en la ciudad “solamente por seguridad”. Halder, sin embargo, no tendría parte en esta clase de titubeo y esperaba que Guderian utilizaría cualquier oportunidad para cruzar el Dnepr: Si él no hiciese eso, sería un gran error. Espero que hoy [29 de junio] haya tomado los puentes del Dnepr en Rogachev y Mogilev, por consiguiente abriendo el camino hacia Smolensk y la aproximación hacia Moscú. Solamente de este modo el puente terrestre fortificado entre el Dvina y el Dnepr será aislado de Moscú. El cruce del Dnepr no pudo ser hecho inmediatamente, porque el Grupo de Ejércitos Centro necesitaría varios días, aproximadamente hasta el 5 de julio, para resuministrar y reagrupar a los dos grupos panzer. Más tiempo también sería necesario para completar la transferencia de los mandos de los 2 y 3 Grupos Panzer desde el control directo del Grupo de Ejércitos Centro al mando del Cuarto Ejército de von Kluge, una tarea que fue finalmente cumplida el 3 de julio. Era la intención de von Kluge de posponer el cruce del Dnepr de Guderian hasta que los dos cuerpos de infantería de su nuevo mando, el así llamado Cuarto Ejército Panzer, pudieran ser traídos para prestar ayuda. Guderian también estaba preocupado sobre la viabilidad de perforar la línea del Dnepr sin la ayuda de unidades de infantería que estaban siendo traídas por tren, pero el grupo de ejércitos solamente pudo responder que toda la capacidad de transporte por ferrocarril estaba hasta el límite llevando bastantes suministros hasta el frente. Otro problema que causó a Guderian alguna dificultad fue que sus unidades habían sufrido ya 3.382 bajas hasta el 3 de julio y el 7 de julio había informado al OKH que el 10 por ciento de sus tanques se habían perdido y solamente el 35 por ciento de los tanques en las 3 y 18 Divisiones Panzer eran capaces de combatir. La 10 División Panzer estaba en mejor condición, con el 80 por ciento de sus tanques en servicio, pero la situación global en reparaciones y averías de los vehículos blindados de los grupos panzer no auguraban una victoria relámpago sobre el Ejército Rojo. Pero el Ejército Rojo no estaba esperando pasivamente a que Guderian hiciese el primer movimiento. El Mariscal Timoshenko tenía sus propios planes. El 4 de julio, el XXIV Cuerpo Panzer, encabezado por las 3 y 4 Divisiones Panzer y seguido por la 10 División Motorizada, había asegurado varios cruces sobre el Berezina y había llegado hasta el Dnepr cerca de Rogachev y en Stary Bykhov. Las fuerzas soviéticas al oeste del Dnepr estaban, sin embargo, lejos de agotarse, ya que su escalón operacional habían transformado Rogachev, Mogilev y Orsha en fortalezas formidables. El 5 de julio, una poderosa fuerza soviética compuesta por unidades del Veintiún Ejército cruzó el Dnepr cerca de Zhiobin, al sur de Rogachev, y avanzó hacia Bobruisk. Esta acometida fue eludida y hecha retroceder a través del río por la 10 División Motorizada con alguna ayuda de la 3 División Panzer, pero no obstante, el área entre el Dnepr y el Berezina permaneció peligrosa ya que muchas unidades rusas continuaban operando aquí, destruyendo puentes y causando dificultades en el suministro. El 12 de julio, Guderian imploró al Grupo de Ejércitos Centro que hiciera algo al respecto poniendo la línea ferroviaria Minsk-Bobruisk en servicio, pero el Grupo de Ejércitos tuvo que responder que “esta área era todavía demasiado peligrosa para trabajar allí”. Guderian, sin embargo, no podía esperar a que estos problemas fueran solucionados; estaba determinado a forzar el cruce del Dnepr el 10 de julio y dejar la seguridad del área oeste del río a la infantería del Segundo Ejército de von Weich, el cual, en su mayor parte, estaba todavía cerca de Minsk. Con objeto de cruzar el Dnepr tan fácilmente como fue posible y abrir el camino hacia Smolensk desde el sur y el oeste, Guderian hizo una fatídica decisión. Decidió rodear los cruces principales del río en Zhiobin, Rogachev, Mogilev y Orsha, donde las mayores concentraciones de fuerzas rusas estaban situadas, y transferir sus unidades hacia la orilla este en Stary Bykhov, al norte de Rogachev, y en Shklov y Kopys, entre Mogilev y Orsha. Este área estaba cubierta por la reserva táctica rusa. Estas unidades rusas fueron reunidas con otras fuerzas fragmentadas y se les dio la designación de “Trece Ejército”. La decisión de Guderian de cruzar el río aquí parecía buena sobre el papel ya que permitía al 2 Grupo Panzer atravesar la línea rusa en sus puntos más débiles, llevando por consiguiente a la captura de Smolensk en un golpe rápido para el 16 de julio, la fecha más temprana que el mando del Cuarto Ejército Panzer había establecido para la llegada de la masa de la infantería del Segundo Ejército al Dnepr. Las maniobras de esta clase eran estimadas por el corazón de Guderian –esto es, golpear al enemigo en su enlace más débil con los blindados y dejar a la infantería que se ocupase de los puntos fuertes más tarde. Esta filosofía fue machacada por Guderian en las cabezas de sus comandantes subordinados; el 7 de julio les dirigió la palabra en una sesión informativa anterior al cruce del Dnepr: “Todos los comandantes del grupo panzer y sus tropas deben hacer caso omiso de las amenazas sobre los flancos y retaguardia. Mis divisiones solamente saben presionar hacia delante”. La idea, sin embargo, de avanzar a través del Dnepr, exponiendo así el flanco derecho del grupo panzer al peligro de un contraataque de las fuerzas de Timoshenko al este del río, mientras dejaba a las poderosas concentraciones rusas alrededor de Rogachev-Zhlobin, Mogilev y Orsha sin molestar en la retaguardia, era demasiado para que algunos de los propios comandantes de Guderian lo aceptaran. El 8 de julio, el XXIV Cuerpo Panzer del General von Schweppenburg había capturado un mapa ruso que mostraba los efectivos del Ejército Rojo en Rogachev-Zhlobin y mostraba una conexión entre estas fuerzas y la gran agrupación rusa en torno a Gomel. Este mapa también indicaba que un planeado contraataque ruso desde el sudeste tendría lugar tan pronto como el grupo panzer cruzara el río. Como resultado de esta información, von Schweppenburg recomendó encarecidamente que el ataque fuera pospuesta hasta que la infantería hubiese sido traída hasta Bobruisk o hasta que su cuerpo panzer pudiera ser reforzado. La misma preocupación fue expresada por von Kluge, quien apareció en los cuarteles generales de Guderian a primeras horas de la mañana del 9 de julio. Él, también, se oponía al cruce del Dnepr por el 2 Grupo Panzer sin esperar a la infantería y a más apoyo de artillería, pero Guderian no quería escuchar ninguno de tales argumentos. Le dijo a von Kluge, medio en serio, que los XXIV y XLVI Cuerpos Panzer habían sido ya concentrados en sus posiciones de partida y que mantenerlos allí durante mucho tiempo los expondría al peligro de ser atacados por la fuerza aérea rusa. Guderian vino a decir que, si este ataque tenía éxito, entonces la campaña probablemente se decidiría en este mismo año. Tras escuchar el bombardeo de excusas de Guderian, y conocer completamente bien que estaba hablando con la autoridad del Grupo de Ejércitos Centro y del OKH, el mariscal de campo a regañadientes cedió en el empeño, aunque advirtió proféticamente a Guderian, “¡Sus operaciones siempre penden de un hilo!”. Como ilustración de qué clase de improvisación era necesaria a comienzos de julio, un batallón de la 255 División de Infantería, sin la aprobación del Grupo de Ejércitos Centro o del Segundo Ejército, fue cargado en camiones proporcionados por la 3 División Panzer y trasladado desde el sudeste de Minsk hasta Bobruisk durante la noche del 9 de julio. La parte principal del LIII Cuerpo de Ejército, sin embargo, no pudo alcanzar Bobruisk antes del 12 de julio. El apresurado progreso del 2 Grupo Panzer y su consecuente falta de apoyo de infantería llevó a otra molesta situación el 4 de julio después de que la 3 División Panzer lograra establecer una cabeza de puente sobre la orilla este del Dnepr cerca de Rogachev. Los continuos ataques, sin embargo, del LXIII Cuerpo de Fusileros del Veintiún Ejército Ruso, personalmente ordenados por Stalin, forzaron al Teniente General Model a ordenar a sus unidades retroceder a la orilla oeste el 6 de julio. También, el 8 de julio, el cuartel general de Guderian solicitó al Cuarto Ejército Panzer que acelerara la transferencia de suministros de munición a través del área de suministro del Segundo Ejército, ya que los XXIV y XLVI Cuerpos Panzer estaban informando de escasez, especialmente de proyectiles de artillería pesada. La “Orden del Día” del Grupo de Ejércitos Centro del 8 de julio anunció el final de la batalla de Bialystok-Minsk y la captura de 287.704 prisioneros rusos. De esta cantidad solamente alrededor de cien mil fueron hechos en la bolsa más pequeña alrededor de Bialystok. La caída de Smolensk estaba ahora a corto plazo, pero tal prisa al final no ganó nada para Guderian. Los problemas a los que se enfrentaban su grupo panzer desde el sudeste y también desde la retaguardia absorberían aún más su atención, y la quimera de Moscú lentamente se alejaría al segundo plano según la presión rusa contra sus unidades y contra el Segundo Ejército procedente desde el oeste gradualmente se intensificaba. El Flanco Norte del Grupo de Ejércitos Centro. En el flanco norte del Grupo de Ejércitos Centro, los acontecimientos se habían desarrollado un poco de modo distinto a los del sur. El 3 Grupo Panzer de Hoth había estado más estrechamente sujeto al frente de cerco de Minsk-Novohrudok de lo que había estado el 2 Grupo Panzer, y ningún progreso hacia el este fue hecho allí hasta después del 30 de junio, cuando el OKH ordenó a ambos grupos panzer alcanzar la línea Rogachev-Mogilev-Orsha-Vitebsk-Polotsk tan pronto como fuera posible. Hasta lo que concernía al 3 Grupo Panzer, el objetivo sería cruzar el Dvina en el área de Vitebsk- Polotsk, ayudando así a asegurar el puente terrestre de setenta kilómetros de ancho entre los ríos Dnepr y Dvina. El clima intervino, sin embargo, y fuertes lluvias convirtieron las carreteras en barrizales, especialmente en la región pantanosa alrededor del Berezina superior. Pero ya que el Grupo de Ejércitos Norte había cruzado el Dvina el 26 de julio, parecía existir una buena oportunidad para un éxito similar por el 3 Grupo Panzer. Debido al tiempo, la 7 División Panzer a la cabeza del XXXIX Cuerpo Panzer logró solamente alcanza Lepel en lugar de Vitebsk en los dos días originalmente planeados. Las columnas de vehículos de la 7 División Panzer y de la 20 detrás de ella estaban ampliamente dispersadas debido a la lluvia y a las carreteras arenosas al este del Berezina. También, por primera vez, los rusos habían comenzado a destruir sistemáticamente todos los puentes en el camino del 3 Grupo Panzer. La ruta más norteña hacia el Dvina, al norte del Lago Naroch, era mejor para un rápido viaje. Parte de la 19 División Panzer, que encabezaba al LVII Cuerpo Panzer, cubrió los doscientos kilómetros desde Vilna a Disna, al norte de Polotsk, en solamente veinticuatro horas y el 3 de julio había logrado limpiar de fuerzas enemigas la orilla sur del Dvina por debajo de Polotsk. Hoth esperaba ahora poder tomar Vitebsk rápidamente y también cruzar el Dvina cerca de Disna, pero ya que Guderian había retirado a sus unidades panzer hacia el sur de Orsha, en el Dnepr, esto significaba que solamente la 7 División Panzer llegaría sobre Vitebsk desde el sudoeste, permaneciendo en el puente terrestre Vitebsk- Orsha. Además, desde el 2 de julio el reconocimiento aéreo había mostrado fuertes movimientos rusos desde el este hacia Orsha-Vitebsk y también más al norte hacia Nevel. En los dos días siguientes, largas columnas rusas serían observadas al oeste de Velikie Luki, y más movimiento sería visto hacia el norte del Lago Ilmen y en torno a Pskov. Como Halder observó, el agrupamiento ruso en torno a Velikie Luki estaba en buena posición para operar contra flanco sudeste del 4 Grupo Panzer de Hoepner (Grupo de Ejércitos Norte) o contra el flanco noreste del 3 Grupo Panzer de Hoth (Grupo de Ejércitos Centro). La Fuerza Aérea Roja también se percibió ser particularmente fuerte sobre Velikie Luki. Toda esta actividad, unida a las fuertes concentraciones de trenes alrededor de Briansk-Orel y el movimiento ruso desde allí a lo largo de las carretera hacia el norte, provocó alguna preocupación a Halder. No obstante, él todavía concluyó que “los efectivos que le ha quedado al enemigo apenas le permitirían organizarlas como una reserva operacional”. Aunque Hoth logró cruzar el Dvina bastante fácilmente en Disna el 4 de julio con la 19 División Panzer, Vitebsk fue una cuestión diferente. El 4 de julio, Timoshenko ordenó al Veinte Ejército lanzar un contraataque con los V y VII Cuerpos Mecanizados desde el norte de Orsha y el sudoeste de Vitebsk hacia Senno y Lepel. Esta misión fue aprobada por Stalin, quien insistió en que la infantería de los II y XLIV Cuerpos de Fusileros apoyara a los dos cuerpos mecanizados en un ataque desde el área este de Borisov. Estos ataques fueron lanzados a las 5:00 horas del 6 de julio y fueron llevados a cabo por un total de casi un millar de tanques rusos.





 La 7 División Panzer del 3 Grupo Panzer llevó el peso de estos asaltos, junto con la 17 División Panzer de Guderian en el flanco norte del 2 Grupo Panzer. El 9 de julio, la 17 División Panzer había destruido cien tanques rusos procedentes de la dirección de Orsha, perdiendo unos pocos de los suyos aunque sufriendo fuertes bajas en vidas. El 7 de julio, sin embargo, la 20 División Panzer había logrado cruzar el Dvina y comenzó a presionar sobre Vitebsk desde el noroeste, y la ciudad cayó el 10 de julio. Mientras tanto, la 18 División de Infantería se había desprendido de los rusos cerca de Ulla el 9 de julio. Atacaría a los rusos que estaban presionando hacia Vitebsk desde la dirección de Gorodok, pero la presión sobre el 3 Grupo Panzer al norte del Dvina continuaría aumentando después del 12 de julio desde la dirección de Nevel y Velikie Luki. La creciente amenaza rusa contra el flanco izquierdo del 3 Grupo Panzer, más otra información obtenida por el reconocimiento aéreo, forzaron a Halder (en una conferencia celebrada el 13 de julio) a aconsejar a Hitler posponer el avance directo sobre Moscú. Fue por recomendación de Halder que el 3 Grupo Panzer se dirigió hacia Velikie Luki y Kholm para eliminar al grupo enemigo en Nevel-Velikie Luki. En vísperas de la batalla por Smolensk, el jefe del estado mayor estaba comenzando a tener serios pensamientos sobre el peligro potencial para los flancos del Grupo de Ejércitos Centro. Una gran parte del problema era que, contrariamente a las expectativas alemanas, muchas unidades rusas continuaban luchando después de que las penetraciones panzer iniciales hubieran sido logradas, como en Brest y en el sector Zelvianka-Slonim. Incluso aunque aisladas de la retaguardia, algunas unidades rusas tendían a permanecer notablemente coherentes. Parte de la razón para esto, sin duda, fue el efecto pernicioso del Decreto del Comisariado. El 10 de julio, el 4 Grupo Panzer del Grupo de Ejércitos Norte había informado de la “liquidación” de 101 comisarios del Ejército Rojo. A mediados de agosto, el 3 Grupo Panzer había “aislado y eliminado” a 170 de ellos, pero el personal de las unidades de inteligencia tuvieron que informar de que las “medidas especiales” tomadas contra los comisarios políticos eran conocidas por el enemigo, y que esto llevaba a una resistencia más tenaz de lo esperada. Ya, el castillo de naipes ideológico de Hitler había comenzado a colapsarse en Rusia, pero pasaría muchos meses antes de que fueran hechos cambios en la política del comisariado.

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